
Personas físicas o morales, ¿sabes a cuál perteneces?
Conoce las características de estas personalidades jurídicas, sus regímenes y ejemplos de negocios.
Al iniciar un emprendimiento es fundamental que elijas el régimen fiscal que mejor se adapte a las necesidades de tu negocio. En México existen dos tipos de régimen fiscal, cada uno con derechos y obligaciones particulares: personas físicas o personas morales.
Una persona física es todo aquel contribuyente que desarrolla actividades económicas, puede tratarse de vendedores, comerciantes, profesionistas o empleados; por otro lado, una persona moral es una agrupación de individuos que se unen con un fin específico, por ejemplo, una sociedad mercantil o una asociación civil.
Si te preguntas qué implicaciones tiene cada una de ellas, en Santander PyMe te lo explicamos. Las personas físicas pueden tributar de acuerdo a los siguientes regímenes:
Asalariados. Este régimen aplica a aquellos que perciben salarios y prestaciones de un empleador con ingresos superiores a 400 mil pesos en el ejercicio fiscal.
Honorarios (Servicios profesionales). Se trata de profesionales que prestan sus servicios de forma independiente a empresas, gobierno o personas físicas, por ejemplo: contadores, médicos, fotógrafos, diseñadores o dentistas, entre otros.
Actividades empresariales. Se clasifican en esta categoría quienes obtienen ingresos por actividades comerciales, industriales, de autotransporte, agrícolas, ganaderas, de pesca o silvícolas, sin límite de ingresos.
Incorporación Fiscal (RIF). Son aquellos que realizan una actividad comercial o prestan algún servicio por el que no requieren título profesional con ingresos menores a dos millones de pesos.
Arrendamiento de inmuebles. Aquellas personas que obtienen ingresos por renta o subarrendamiento de bienes inmuebles como casas, departamentos, edificios, locales o bodegas, entre otros.
Las personas morales pueden tributar en dos regímenes específicos:
Personas morales del régimen general
Se trata de sociedades mercantiles, asociaciones civiles, sociedades cooperativas de producción, instituciones de crédito, se seguros o fianzas; almacenes generales, arrendadoras financieras, uniones de crédito, sociedades de inversión de capitales, organismos descentralizados o fideicomisos con actividades empresariales, entre otras, siempre que lleven a cabo actividades lucrativas.
Personas morales con fines no lucrativos
Se refiere a aquellas que no persiguen obtener una ganancia económica, por ejemplo: sociedades de inversión, administradoras de fondos para el retiro, sindicatos, cámaras de comercio e industria, colegios de profesionales, instituciones de asistencia o beneficencia y asociaciones civiles sin fines de lucro.
Como puedes ver, si realizas actividades comerciales, industriales, agrícolas o de cualquier otra índole, debes inscribirte a un régimen fiscal ante las autoridades del SAT para disfrutar de beneficios, deducciones, financiamientos, ejercer tus derechos y cumplir tus obligaciones.
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